Los proverbios mediterráneos de Malta, un acertijo lingüístico
En las islas más transitadas del Mar Mediterráneo, como es el caso de Malta, el lenguaje recoge el eco de todas las lenguas que se han escuchado en sus tierras. Y de esa alquimia lingüística resultan los refranes, que aglutinan la sabiduría popular y la expresan a través de las distintas adaptaciones de cada cultura, aunque conservando el sentido general de su mensaje.
Bocana del puerto en la capital de Malta La Valeta. ©Pixabay
Escena urbana en el centro moderno de La Valeta ©Pixabay
Desde luego, a los hablantes del maltí que visitan Roma o Palermo, se les confunde con frecuencia con los árabes de Túnez o Libia y con los italianos del pasaporte rojo. Como lengua con una clara “doble personalidad”, cuando no, de hecho, clínicamente esquizoide, el maltí es una lengua mezclada con una perfección casi matemática, en cuyas entradas en el diccionario, reconocidas por su Academia Nacional, están compuestas exactamente por la mitad de las palabras de origen italiano y la otra mitad del árabe. Sin embargo, dado el frecuente uso de palabras coloquiales en maltí, con sus reglas gramaticales básicas procedentes del árabe, la lengua hablada no suena tanto a italiano.
Además de todo, la división que existe en el vocabulario básico entre palabras árabes e italianas da lugar a un aumento de préstamos del inglés, adoptados de manera informal para los neologismos que proceden de las expresiones de la cultura pop y las nuevas tecnologías. El maltí estándar corría tal peligro de ser invadido por el “maltinglés”, que en el año 2005 el gobierno fundó una nueva agencia, el Consejo Nacional de la Lengua Maltesa, para que actuase como mediadora.
Vista del Puerto de La Valeta. ©Pixabay
Victoria Gate (Puerta Victoria) en el puerto de La Valeta, en honor de la reina homónima del Reino Unido. ©Pixabay
Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia.
Don Quijote. Parte I Capítulo 21
Malta, es el nombre por el que conocemos el conjunto de islas, la grande y sus islas más pequeñas, Gozo (izquierda) y Comino (derecha). ©Pixabay
La colonia bizantina estaba sumida en la lucha, y sucumbió a la violenta conquista de los árabes de Sicilia en el siglo IX, que mermaría sustancialmente la población, según recoge el geógrafo árabe Ibn Abd al-Mu’min al-Himyari. Esta conquista llevó consigo el asentamiento durante sólo unos cuantos años de hablantes de árabo-siciliano, antes de que las islas cayeran en manos de los normandos, que en el año 1224 lograron expulsar al final a los musulmanes, aunque no la lengua árabe, que por entonces era la lengua común de la isla. Fue entonces cuando comienza el largo proceso tanto de cristianización como de romanización, que continuó de manera ininterrumpida hasta nuestros días.
Así pues, durante los últimos ochocientos años, a los hablantes del maltí se les ha desprovisto de lo que debería denominarse su “lengua base”. Martin Zammit, de la universidad de Malta, en un estudio comparativo del vocabulario del Corán utilizado en los dialectos árabes de Siria y Marruecos, y del maltés, descubrió que las palabras maltesas en el Corán coincidían al menos cinco veces más con el árabe de Siria, que con el de Marruecos. Esto viene a demostrar que en ciertos aspectos el maltí podría ser considerado como una forma de árabe “fosilizado”, más próximo al lenguaje del Corán tal y como evolucionó en el oriente islámico, que el dialecto árabe que se habla en el Magreb.
Calle de la Mezquita, en el casco histórico de La Valeta, con el típico entramado de las medinas árabes. ©Pixabay
Celebración en la isla de Malta con motivo de su independencia de Gran Bretaña, en 1964. ©Pixabay
“Habla en maltí si quieres que te entienda”; todas y cada una de sus palabras son de origen árabe. Mientras tanto, en los países árabes le dirán, “hablemos bil arabi fuschah” (árabe estándar), queriendo decir que no se debería hablar en el dialecto árabe local si lo que se pretende es que te entiendan los árabes de todos los países. Tendríamos que hacer una observación: existen unos 4.000.000 hablantes de maltí, de los que más de la mitad son bilingües con el inglés, y de los casi 250 millones de hablantes de árabe dialectal, la gran mayoría apenas puede comprender el árabe clásico, y mucho menos hablarlo. Esto sería el equivalente a que un campesino italiano de la época de Dante hablara un latín perfecto.
La mayoría de los espacios urbanos en la isla están orientados al mar, hacia donde descienden sus empinadas calles, como en el caso de La Valeta. ©Pixabay